Alguna vez has tenido que darte terapia en soledad porque sabes que sólo tú puedes entender tu circunstancia. Y aquello que ante el mirar de los otros es tan sencillo, a ti te llena de ansiedad y miedo. Sientes internamente la angustia y el temor te inmoviliza.
La mente y las emociones toman control de tu cuerpo afectando físicamente tu diario vivir. Tu salud se quebranta y no sabes cómo manejar las palpitaciones, el dolor en el estómago o un ataque esporádico de pánico. Inclusive, tus emociones y temperamento se ven afectados.
Si alguna vez te has sentido así, no estás solo. Y aunque pienses que nadie puede entender tu circunstancia, de alguna forma, habrá otras personas que, en este instante, están pasando situaciones similares. Es probable que no lo experimenten de la misma manera puesto que cada uno de nosotros desde su propio mirar puede observar opciones distintas.
Cada uno de nosotros con el pasar de los años va echando en su equipaje aprendizajes y herramientas que nos van equipando para la vida. Así que lo que asumimos como falta de entendimiento por parte del otro, es una capacidad adicional desarrollada o una oportunidad por desarrollar. En este viaje de vida podemos acompañarnos en los procesos y, sin embargo, no podemos ni debemos vivir el proceso del otro.
Acompañar al otro en empatía y escucha activa es quizá el acto de amor mas grande que le puedas dar a esa persona que se encuentra en medio de una crisis. Porque en medio de la tormenta, se esta intentando evitar el naufragio y la visión se limita a esquivar los golpes. Desde afuera tu puedes ver que la tormenta es temporera y sin embargo, tu rol no será el decir lo que será ni ser el salvador, sino validar en escucha el proceso del otro. Y a veces, ese otro serás tú mismo.
Hay un proceso que ocurre cuando estas en soledad y dedicas tiempo a estar con ese ser maravilloso que eres tu mismo. Tal como eres de cuidadoso en las palabras que lanzas al universo, se cuidadoso en las palabras que te dices. Se empático contigo y date la oportunidad de dar pasos pequeños, pero sin pausa. Tu sabes que esto pasará y sin embargo, hoy abrázate y respira… caminando de a poquito hacia la paz. A tu tiempo y a tu forma. Porque no importa lo que ocurra, esto también será para tu bien.