Sin peros ni porques

Y sin embargo… eliminé mis peros para darme cuenta que todo ocurrió como tenía que ser. Porque las cosas son como son y pensar como serian nos lleva a la culpa. Pensar en lo que pudo ser, le roba tiempo al presente y le añade carga al futuro. Que por cierto es muy incierto…

Que tal… si cambiamos la perspectiva. Hacemos un detente a todo y nos enfocamos en vivir el presente. Sonriámonos porque queremos y sin darle mucho pensamiento. Inhalemos todo lo bueno y exhalemos todo lo amargo.

¿Por qué?… no hay que dar razones. Simplemente es nuestra vida y por más que nos interrumpan las opiniones que llegan sin solicitud alguna, solo tenemos este instante en este momento presente. Puedo navegar entre peros y porques, y aun así pienso que es mejor hacer un alto y arrancar con un simple sin embargo. Es como hacer una pausa para establecer lo que quiero, dándome la oportunidad de escucharme desde adentro.

Ya verás como me convenzo de la magia de las palabras. Esas que nos llevan a declarar lo que anhelamos y lo damos por sentado ya que sabemos que ocurrirá. Y, sin embargo, la magia está en el ahora. En este preciso momento en el que te encuentras pensando en esas pequeñas acciones que te tocan hacer hoy. Y es exactamente hoy, que comenzamos firmes, a pesar de lo que fue y sin pensar en lo que será. Porque hoy y ahora nos llevaran mucho más lejos de lo que jamás sospechamos cuando el tiempo se detenía en un pero o un porqué.