En el deseo de tomar fotos de distintos lugares de nuestra isla, llegamos a Utuado. El plan original consistía en visitar Caguana, Cañon Blanco y posteriormente, el Lago Dos Bocas. Nos fuimos con nuestras mochilas y las mejores intenciones de redescubrir nuestro país.
Según el GPS, estaríamos arribando a nuestro primer destino en una hora y media, quizá un poco más. Realmente, no teníamos prisa pues la intención era pasar un día en exteriores. La ruta que decidimos nos llevaría la mayor parte del tiempo por el expreso y carreteras principales. Esto hasta llegar a la carretera PR-10. Luego, estaríamos haciendo un desvío por carreteras rurales.
Toda entusiasmada y confiando en la ruta que nos indicaba el GPS íbamos escuchando música. Sin embargo, cuando nos adentramos en la zona montañosa, entre carreteras con zonas de un solo carril y muchas curvas, perdimos la señal del localizador. En ocasiones, el silencio era interrumpido por el localizador que intentaba ajustar la ruta mientras decía, que virásemos en U. Confiando en nuestros instintos y sin rótulos, proseguimos la marcha hasta que de repente miramos hacia el lado izquierdo y dimos con Caguana.
Caguana es un centro o parque ceremonial construido por nuestros indígenas y es una joya arqueológica no sólo de Puerto Rico, sino del Caribe. Se estima que tiene más de 800 años. Y se pueden apreciar 10 bateyes, monolitos de piedra y petroglifos.
Los bateyes son plazas ceremoniales donde nuestros tainos hacían areytos (cantos y bailes) y practicaban juegos de pelota parecido al futbol. En el lugar, un guía nos explicó como fue descubierta la localidad y la riqueza histórica del mismo. Si exploras el área, podrás escuchar el sonido del agua correr y apreciar un poco del Rio Tanama.
Existe en el lugar una sala para ver un video que cuenta la historia y nuestros orígenes, una sala de exhibición y hasta una tienda en donde puedes comprar algún recordatorio. Sin embargo, esas áreas están cerradas al público. Así que para poder remontarnos a la época, hicimos uso de nuestra imaginación y la excelente narrativa del guía que espera a que los turistas y exploradores locales, nos acerquemos para iniciar un recorrido histórico narrado por él.
Con sentimientos encontrados, salí de Caguana. Por un lado, descubrimos un lugar fascinante con potencial turístico y por otro, la inacción por falta de recursos o interés para reparar la infraestructura y conservar nuestra historia. Nuestras raíces están siendo silenciadas ante el olvido de los ciudadanos que no fomentamos el visitarlo y ante la inacción de las agencias pertinentes. A eso le sumamos, los efectos del clima en estas joyas expuestas al ambiente.
Tomamos un sinnúmero de fotos y nos dirigíamos hacia el próximo punto con mucho entusiasmo… sin embargo, no contaba con que el paisaje y las curvas dejaran una huella en mí. Respire profundo y baje las ventanas. Decidimos enfocarnos en Caguana y retomar el destino restante en una próxima ocasión.
Quizá para la próxima vez, podríamos planificar con tiempo y quedarnos un fin de semana en Utuado para movernos libremente. Incluir en el itinerario volver a hacer “Cave Tubbing” en el Rio Tanama como hicimos hace unos años atrás y sobre todas las cosas, crear conciencia sobre nuestra historia y como hacer para dejar a nuevas generaciones lugares que cuenten nuestras raíces…