Hoy te miré y me sorprendiste. Debo admitir que has cambiado. No eres la misma de hace unos años y sin embargo, te conozco como a la palma de mi mano. Juntas hemos reído y hemos llorado. He presenciado un sinfín de discursos practicados.
Me hablas esperando una respuesta distinta y es que ¿acaso no te has dado cuenta tu eres quien a mí me ha aconsejado? Se que te miras y cuestionas lo que ves. No sé qué te hace dudar o te quita el entusiasmo. Eres más de lo que ves y te lo muestro, sin embargo, ignoras mi voz y te lamentas.
No sé a quién escuchas cuando sales, pero he descubierto un mundo de perspectivas cuando converso contigo. No te afanes por los otros y ten cuidado de ti. Al cabo los años continuaran pasando y solo quedaremos tu y yo.
Lo que hagas con nosotros es todo lo que tendrás. Así que amate como yo te amo y busca ser feliz. Sonríe más a menudo y sé tolerante contigo. No te juzgues tan duramente y date espacio para sanar. Hay tantas cosas que quisiera decirte y no sé si me escucharas, pienso que mi voz se pierde en distractores y no me vas a escuchar.
Fíjate en todo lo que has logrado, eso y mucho más vas a lograr, si te miras al espejo, eso y mucho más veras.
Desnudando las Neuronas 