Lo he decidido y lo voy a lograr… atrás quedará todo aquello que me detiene. Echaré al olvido los desplantes y las lágrimas de mis interpretaciones y juicios. Me enfocaré en los hechos y capturaré esos momentos que me acariciaron el alma. Reaprenderé a vivir en mi interpretación de la vida, que no será igual a la tuya, porque estará llena de mí y aun así, te aceptaré y amaré tu ser, porque aunque llevemos una vida juntos, solo conozco una interpretación de la historia que me hice de ti.
Aceptaré que la historia es temporera y en el camino nos fuimos transformando, que estos pasos no son como los del principio. Sabes, he ido liberando peso en mi maleta y mientras lo hacía descubrí lo liviano de alcanzar mis sueños. Decidí, enfocarme en nutrir el alma, espacios de amor y paz que yacen dentro de mí.
No se trata de ser perfectos y sin embargo, vivo en aceptación y armonía con mi reflejo. Es esa parte de mí que se expone ante la presencia del otro y es por eso, que dejo atrás… dejo atrás todo aquello que no me permita amarme, aceptarme y ver la perfección de mi reflejo y aun así, digo, ten cuidado reflejo, porque los ojos son engañosos y aun te falta mucho por transformar. Y es que aún en medio del proceso queda mucho por dejar atrás y tanto por aprender. Siempre hacia adelante, siempre motivados, siempre alertas… dejandonos ver y sin dejar de ser.